Entre las sábanas habitan dos cuerpos Tú, yo y la luna somos cómplices de este amor que existe en este y otros mundos. Pues mis versos, como los tuyos, se escriben sobre el firmamento, nuestro más preciado papel. Sin embargo, no todo el mundo puede leernos al llegar la noche Pues nos hemos hecho dueños de esas estrellas, de esos astros que se posan prepotentes para que los dibujen y escriban. Solo nosotros sabemos hacerlo. Bajo esas veladas de vino y risas, proveemos de besos a nuestras bocas, de miedo a nuestras almas, de porvenir al camino y de amor al corazón. Así estamos y seguimos siendo bajo el cielo, bajo la noche, bajo el agua. Nuestros cuerpos ligeros son capaces de volar. La gente observa con envidia nuestras alas. Y, de una extraña y perseverante manera, nunca se nos acaba la tinta para escribirnos con los más bellos colores. Para jugar al cíclope, dando invención al amor, dibujando con tiza sobre el suelo creando nuestra propia rayuela. Entre l...