Llegaste cuando pensé que la luna ya estaba apagada, que ya no me inspiraba poesía de musas. Me miraste cuando mis ojos se cansaron de creer, y tu les diste una razón de arcoíris. Mi marcha se cansó de gritar la palabra ''amor'', pero tu le diste una motivo de revolución para tomar el corazón como bandera. Ahora la noche tiene estrellas que escriben tu nombre, y me hacen soñar con tus labios de luna. Tu voz abriga todas las melodías y tus besos se impregnan en cada una de mis letras. Me fumo tus ojos para que mis bocanadas sepan color esmeralda. Y mi alma ya no es gris, porque tú la has tatuado con tus acuarelas. Ahora me has hecho olvidar amores pasados con el vino. Olvidar es divino. Mi guitarra ya no es capaz de fingir, porque las cuerdas quieren simplemente sentir. Ya no tomó el control la bestia de mis malditos domingos, ahora me bebo mis mañanas pensándote. Pensándote del miércoles al martes, ya que nuestro arte de amar es simplemente co...