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Mostrando las entradas de mayo, 2014

Para tu boca *A.M.C*

Quisiera que las palabras salieran de esta celda Para que explotaran como témpanos en tus oídos Que sintieras como la fuerza quema tu piel Y como poco a poco se vuelve tersura Tengo la llave escondida donde solo yo sé que la puedo olvidar Donde dejo que se empolve donde dejo que viva, solitaria hasta que decida que ella me libere Sabrás algún día que me domina la naturaleza de todos que es la mía propia Que por eso a veces nos llueven los odios y nos lastiman con su granizo Pero que en el sol te aruño la boca con mis dientes Y dejo que nuestros labios hablen mientras juegan Mientras cada uno de nosotros es un orbe Donde sabemos donde estamos, pero nos sentimos seguros perdiéndonos en el otro. Alguien, al cual no podemos observar a los ojos fijamente por que sabríamos que nos quemaríamos en su mirada que nos invadiría hasta ser simplemente una llama que en todo su esplendor se consume, siendo la envidia del mundo. Alguien que cosiéndose la boca con sus sentimie...

Una dulce tormenta

Reencontrándonos acaricie su mentón como aquella ultima vez en el parque. Deslice sus pequeños mechones de cabello que cubrían su rostro, para poder ver fijamente su mirada cuando la fuera a besar. Estaba tensa y risueña, algo nerviosa por verme de nuevo, afligida quizás por que despertaron otra vez los sentimientos o tímida tal vez por no querer volver a encenderlos. La tome de la mano y caminamos juntos por la calle donde dormían los vagabundos, había unos drogados otros enfermos, y (los que mas me sorprendían) unos pocos que siempre cargaban con un libro a la mano, pero nadie nos distinguió.  Ninguno de los dos hablaba pero con la sonrisa que teníamos en la cara era suficiente para entendernos. No había sol ni el cielo estaba despejado, las nubes eran de un gris macerado, de época de invierno. Nos detuvimos frente a una silla y nos sentamos, ella estaba inquieta y tenía que saciar su ansia. Saco la cuchara, calentó la heroína disuelta en el líquido, saco la jeringa y se la apli...

Muerte de papel

Sobre aquellas noches oscuras, recuerdo bien, yo estaba escribiendo en un rincón de mi habitación. Las hojas estaban desparramadas, junto con lápices y borradores, por todo el cuarto. Compulsivamente ponía sobre el papel lo primero que me llegara a la cabeza. No me importaba si tuviera coherencia una idea con la otra, solo importaba el precio de mi existencia. Seguramente sudaba mucho, no estoy seguro, y también, quizás, veía borroso. La recuerdo a ella con su piel tersa. Un aroma que se impregnaba en la piel mientras volábamos en la locura. Me susurraba cariños al oído mientras se perdía. Todo estaba oscuro y la noche, precisamente en ese momento, nos brindaba un silencio cómplice. Su cuerpo formaba un perfecto equilibrio con su mirada, mientras le daba una calada a su cigarrillo. Absolutamente una mujer diferente. Terminamos siendo la voz del otro, con letras de rasguños en tinta de espalda. Los lápices perdían su punta por la dureza con que escribía. Las hojas, sin querer, la...