La velada se ha hecho en nuestras copas de vino. Dos son las miradas y una la verdad: El amor se ha acomplejado en el pecho La sangre estalla en los labios que se ríen de complicidad. Tus ojos verdes y el pardo de los míos son afrodisíaco del mundo. Se agitan las bocas cuando nos ven pasar, muertas de sed de un sentimiento infinito La derivada increíble mía y tuya es una ecuación hermosa de descifrar. Tu limite son mis manos y el mío tus besos. Me siento tu dueño bajo la luna y dejo que los cantos me hagan tuyo de igual forma. Tintinean los ecos de nuestras carcajadas, pues siempre nos reímos del sol. No es capaz de quemarnos, dijiste. Y yo con la piel roja, balbucee. Me miras, la sal y el agua en la misma bandeja. Me combinas en diferentes episodios de mi cuerpo Y te desbordas en mis arterias. No ha alcanzado los papeles de todos los árboles para darte el gusto de decirte lo que siento. Solo enloquecernos .