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Bueno ... no se que decir. ¿Saben? He estado sumido en lo mas profundo de mi, no me hallo, no me encuentro y ni yo mismo se quien soy. La oscuridad es algo perturbador, una vez que tocas fondo necesitas a Dios para salir, y Dios, aunque este ahí, es muy difícil de ver y sentir. La verdad tengo un hueco en el alma, que se ha ido formando a medida que he entrado en los vicios de la vida lujuriosa. Si. Estoy hundido, y lo único que me salvo ahora ya no esta.

Esto es una enfermedad profunda, que ni a el mas puro hombre le seria fácil de soportar. Poco a poco, este padecimiento me fue transformando en un ser humano despreciable al cual no le importaba nada, no tenia conciencia de que era la humanidad. Y eso lo castigan muy duro.
Sin lugar a dudas no vale de nada el arrepentimiento después de mordida la manzana, pero lo único que queda es un remordimiento que vive con nosotros y no nos deja en paz. Cuando te miras frente al espejo y te ves destruido a ti mismo, sabes que las consecuencias son catastróficas. Sabes que estas pagando tu miseria.

No hay mas. No me queda nada. Soy una ausencia en la vida de alguien, y en la mía misma. Y es duro no existir en la realidad. Vivo en fantasía. Y esto me mata, me produce un cáncer de amor que va creciendo y no se como parar. He intentado la redención, la crucificción pero la diferencia es que Jesús nunca traiciono sus principios, yo vergonzosamente si.

Esta carta es para ti, no te quiero dejar aunque se que pasara. No te quiero perder aunque se que ya no volverás. No te dejo de amar aunque se que tu odio supera los 7 cielos. Y si algún día necesitas esa mano que encajaba tanto en la tuya pues mi palma estará totalmente abierta y nunca se dejara cerrar.

Había visto una vida increíble de aventuras, risas, juegos y caricias a tu lado. Y yo la he destruido.
Un milagro divino me dará la oportunidad de intentar recuperarlo pieza por pieza.

Tu me salvaste y eso es decir la vida entera. Gracias, mujer.

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