Te me escapas de las notas del saxo.
Sales de el, pero intento atraparte en la partitura.
Sales de el, pero intento atraparte en la partitura.
Logro que seas esa corchea que figura en mis dedos
tocando, una y otra vez, el ritmo de un jam de jazz
tocando, una y otra vez, el ritmo de un jam de jazz
Resuenas en los hielos del whisky
y, mientras te bebo, siento que me embriagas
todo el cuerpo.
Pasas por el mismo vaso, durante muchos desvelos,
hasta ser mi licor preferido en esas noches bohemias.
y, mientras te bebo, siento que me embriagas
todo el cuerpo.
Pasas por el mismo vaso, durante muchos desvelos,
hasta ser mi licor preferido en esas noches bohemias.
Te enciendes y, poco a poco,
figuras en mi cigarrillo: haciéndote humo,
volando lejos, entrando y saliendo constantemente
figuras en mi cigarrillo: haciéndote humo,
volando lejos, entrando y saliendo constantemente
de mi pecho. Me dejas sin aire pero
así me gustas más.
Te fumas mis noches. Las enciendes con simples pero
encantadoras miradas. Impregnas tu tabaco
en mis ropas, mis manos y mi boca. En las noches,
viajas conmigo en mi sabana, haciendo de mi cama,
nuestra mejor aventura.
en mis ropas, mis manos y mi boca. En las noches,
viajas conmigo en mi sabana, haciendo de mi cama,
nuestra mejor aventura.
En las mañanas, nos levantamos
escupiendo mariposas, cantando a Spinetta.
Combinando tu vuelo perdido con mis
alas torcidas. Escribiéndonos poemas con labial
en el vidrio del baño: empañando los cristales.
escupiendo mariposas, cantando a Spinetta.
Combinando tu vuelo perdido con mis
alas torcidas. Escribiéndonos poemas con labial
en el vidrio del baño: empañando los cristales.
el mundo, que no nos llena lo suficiente.
Ponemos gasolina en nuestros pies
para navegarnos el uno al otro.
Y, al final, nos damos cuenta que
esta historia no es ni tuya ni mía.
Es nuestra.
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