Mirando el pliegue del papel, descubrí el deseo de escribirte. Trazar tus arcos, inmortalizar tus detalles.
Bajo una copa de media noche me despiertan las ganas de bañarte en vodka, reposarte en cerveza, endurecerte en whisky, suavizarte en brandy, para así beberte una y otra vez durante las madrugadas hasta embriagarme infinitamente de ti.
Tus labios me saben a porros y mapales que bailan al compás de la saliva.
La lengua es nuestra baldosa donde zapateamos, mientras suenan los currulaos de nuestras babas.
Allí donde nace la cumbia es donde quiero florecerte, como los cerezos en primavera.
Bajo una copa de media noche me despiertan las ganas de bañarte en vodka, reposarte en cerveza, endurecerte en whisky, suavizarte en brandy, para así beberte una y otra vez durante las madrugadas hasta embriagarme infinitamente de ti.
Tus labios me saben a porros y mapales que bailan al compás de la saliva.
La lengua es nuestra baldosa donde zapateamos, mientras suenan los currulaos de nuestras babas.
Allí donde nace la cumbia es donde quiero florecerte, como los cerezos en primavera.
Comentarios
Publicar un comentario