Ir al contenido principal

A tu brisa

Me gustaría bajar por tu cuello
Inventarte y reinventarte una y otra vez bajo mis besos
así, vida mía, perteneceríamos a los ocasos y no a las noches
Nos mezclaríamos bajo el olor del perfume y la loción
jugando a ver quien amanece primero bajo tus ojos.

Exploraría los mas recónditos lugares del amanecer
para ser el primero en traerte el sol y despertarte.
Derrumbar con un sismo de rayos
la sombra que
no me deja ver tu sonrisa.
Con un soplo poner el cielo naranja y dejar correr,
quizás,
un poco de morado y de violeta frente a ti.

Impertinente y atrevido seria de mi parte
querer también bajarte la luna y ponerla en tu repisa
Pero
el mundo del amor esta escrito en rebelión
mi rebelión es la poesía
y mi poesía eres tu.

No hay mas versos que hagan rebosar el mar de olas
que los que tu me das con los
ingenios de tu risa, hasta convertirme
en tu poeta. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Fragmentos Inútiles: insilio

  Vasili Kandinsky - Amarillo, rojo y azul Qué raro, verdad, que una mujer no pueda olerse como la huele el hombre. Aquí exactamente. No te muevas, déjame. Olés a jalea real, a miel en un pote de tabaco, a algas aunque sea tópico decirlo. Hay tantas algas, la Maga olía a algas frescas, arrancadas al último vaivén del mar. A la ola misma.  Julio Cortázar   Principalmente se invoca una norma griega ancestral: la justicia no tiene principio en el tiempo ni tiene propietario, es decir, responde a un orden eterno, universal e impersonal. Claudio César Calabrese, Ethiel Junco Ernesto San Epifanio dijo que existía literatura heterosexual, homosexual y bisexual. Las novelas, generalmente, eran heterosexuales, la poesía, en cambio, era absolutamente homosexual, los cuentos, deduzco, eran bisexuales, aunque esto no lo dijo.  Roberto Bolaño España vive sumida en el hedonismo mediterráneo y a mi me encanta vivir así.  Manuel Ambrosio La <<realidad>> acecha const...

Las cadenas

Punta del Diablo, Uruguay 26 de febrero del 2020  I Las cadenas se han oxidado. Ya no es oro lo que brilla, ahora es la mirada azuleja de un mar en paz. La tierra nos habla en forma de susurros matutinos y las olas bañan un corazón de roca al borde de las playas, ablandándolo un poco más, pero la mayoría de veces somos desiertos vivientes sin darnos cuenta que poseemos mil y una dunas dentro. Las palabras cálidas se gastaron para volverse verbos secos. ¿Salvarnos o apresarnos? Solo el color de las orquídeas puede respondernos y lo hace constantemente, en silencio. Ese tipo de silencio que se encuentra en la mirada entre amantes, en noches de luna llena, en madrugadas costeras. (¿Por qué nos gritará tanto el sigilo?) Las hojas y el hombre poseen las mismas venas, se bañan con la misma luz, aman igual. El error: nuestra piel quiere definir lo que solo el alma puede percibir. Es la magia del Otro Mundo la que tenemos en las palmas y para eso no existe taro...

Métete en mis ojos.

Me gusta como estas. Falda roja como los tomates secos o húmedos, no se. También complementas esa forma de caminar con un mirado de felino, siempre apacible a el sol, a las nubes, a las violetas. Pero sin embargo lo primero que haces es recostarte en el sofá, mirar el cielo y darle una calada a tu cigarrillo, y mierda, si que tienes temple, me digo yo. Te paras me miras y ni me notas aunque sabes que te quiero besar, que te quiero invitar a la playa a tomar cocteles o irnos en crucero hasta Madagascar. Lo sabes pero sigues caminando hacia la ducha. Te veo la silueta y me digo, mierda, como no soy barco para navegar esa piel. Me imagino la vida de marinero en tu cuerpo, y como será ir de pesca en tu cabeza, llenar mi malla de tus pensamientos. Me hundo en un vaso de whiskey y me quedo viendo el piso, que se convierte en olas y a la vez en mareo, que dibuja fantasías ante mis ojos. Que vida tan loca, me digo. Sales y los rayos de la mañana te arañan la piel. Nos vamos a la nada, te ...