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Mostrando las entradas de 2015

Pasados repetidos

Irrumpo: Escupo el piso para ver si así nacen algunas flores en esta tierra fértil de mierda. Miro a las nubes y las insulto, intentando alejarlas para que suelten al sol de sus putas cadenas. Meo en los jardines haber si las malezas dejan de infectarnos el aire y se pudren de una vez por todas. Rompo las puntas de los lápices sobre el papel, dejando una estela de caminos escritos en mentiras, fingiendo ser poeta o literato. Y aun así no me siento el mismo. El vino es agrio, el cigarro ya no irradia el mismo humo en mis pulmones. Al parecer estamos ajustándonos a las sombras que dejamos en los callejones y nunca buscamos una puerta que nos conduzca a una canción, un Jam, un blues, o inclusive un bolero. Ya no nos dejamos impresionar por los acordes, las voces afinadas, las buenas historias, pues quizás los filósofos se equivocaron desde los principios: Si es posible bañarse dos veces en el mismo rio. Las historias se repiten una y otra vez, se parafrasean para ...

Necesito

Necesito la tinta que brote de las flores para poder pintar en el papel la primavera. Viajar en las inmensidades de la nieve y saltar el renglón hasta quemar la hoja en verano. Necesito arder las letras para prolongar el infierno, gobernar mis palabras y castigarlas. Pecar por los versos que he dejado de escribir, siguiendo los errores, masoquistas. Los cielos no dejan de mirarme con desidia, pues en ellos he navegado secando el rio: el sol se esconde, la luna se aleja y a la noche le pescan las estrellas. Yo las guardo en un vasito, para que al menos me brillen los sueños y las copas me permitan escupir pétalos para sembrarlos en mi almohada. Yo necesito recitar mis ojos, pintar mis gritos en las más maldita poesía, buscar la maldición entre los gritos y marchitar las voces de los días.

Barcos hundidos

Sobre las fabulosas fantasías de papel siempre navega un barco de tinta. Nada es indeleble y hasta la mas mínima nube cuelga de nuestros cabellos, pues el sol y la lluvia reposan en uno de ellos. Y créeme que si te digo que no hay mañana ni tarde que pueda pintar mi mano es por que ya las letras me han cegado por su querer; son adictivas, salvajes, alucinógenas. Lo efímero, no. Lo duradero, si. Solo se mantiene lo que en las literas se empolva y algún héroe discreto, como el gran Vargas Llosa, logrará revivir de la tumba lo que alguna vez dejo de ser agua para transformarse en vino. Un milagro literario. Ahora las cifras están ahogadas, nadie ve, nadie entiende, nadie vive; nos encorvamos lentamente hacia el anonimato. Los reinos se avergüenzan de que cambiemos el papel por el oro, la tinta por la ambición, la vida por la muerte.   El juego es claro y certero, el que engaña gana, el que cree pierde. La palabra ahora se volvió un maniquí que se reviste de m...

Los valientes

Hoy la noche es valiente: recurre a su nombre de estrellas y lunas para mostrarse fría e insensata, romántica y celestial. Mientras, los mortales abruman sus ojos con las voces, los afectos, las caricias y todo aquello que hace parte de la imposibilidad de sentirse ajeno a lo irreal. Cuando dos manos se entrelazan, cuando dos bocas se hablan con besos, cuando dos miradas se fulminan en guerras de pupilas, nunca podrá haber silencio alguno, pues, a pesar de los limites del cuerpo, los hechos también hablan, y en muchos casos, gritan sin piedad. Es irreverente querer cargar con las cruces del pasado una y otra vez. Seria mas sensato de nuestra parte dejarnos crucificar las veces que sea necesario para poder renacer. El ser mártir no esta en este plan, por que mas vale pisar hacia el abismo que nunca conocerlo. No mas, no mas. Es hora de dejar las suposiciones a un lado y romper el barco de luces y amapolas en el que navegamos y así no se tenga salvavidas, pues se aprende a nadar entre cl...

A tu mar

Los ojos la recorrían. Dibujaban en su piel un arcoíris de sensualidad y mientras sus pupilas apuntaban de manera letal, su piel se erizaba lentamente con el frio. En su camino, los vellos de los brazos se abrían como el mar ante Moisés, para que aquella boca navegara por los ríos de su cuerpo con la certeza de un naufragio inexistente. Y sin embargo, las olas caían unas tras otras: pequeños rasguños de espalda, sutiles mordeduras de cuello y un atrevido apretón de cabello que proclamaban una marea de recuerdos no tan lejanos. Como si Dios tocara el mar, sus dedos derretían las yemas en cada tacto creando volcanes de pequeñas erupciones. Provocando fiebres, calores, ansiedades. Sugiriendo tal vez un riesgo, reparando quizás unos labios usados. Pero el boceto de esta odisea nunca tendrá final, pues en el mar se tallo una historia que los peces esperan comérsela para escupirla sembrando flores a la orilla...

Vestigios de ti

Hoy es un día en el que una parte de mí se queda vacía. No es fácil compilar todo en simples frases, porque para estas cosas se debe tener valentía infinita y cada letra duele mucho más que la anterior. Por eso es que me tiembla el lápiz escribiendo esto, las fuerzas son tantas que se me salen por la sangre: ‘’La misma que viaja en alcohol sonriente y que en jeringas sostiene un sueño de felicidad’’. La puñalada fue certera, directo a mi nube. No dejo ni un rastro de cielo en mi horizonte, o quizás en el de ambos. La herida se convierte en abismo y voy cayéndome de a pedazos pensando que abajo me espera un colchón de plumas, o si no me habré condenado. Pero no es simplemente eso, parece que en la caída me voy perdiendo aunque se dé dónde vengo y a donde voy, recordando esos vestigios que se sienten en el aire, llegando a mis pulmones convirtiéndolos en tu pum pata pum de piedra y saliendo como gaviotas esperando la presa para devorarla. Y es que todo a mí alrededor se baña en olvido...

Al romance del papel

Te escribo como jamás te he escrito Bajo los susurros finos de las estrellas gritando por encima de los colores de las flores haciendo de la tinta una tela de enciclopedias jugando a quitarnos las medias de noche. Te escribo insaciablemente devorando toda letra de las nubes moradas manchando palabras con soles de niebla conciliando sueños hechos de vino caliente mirándome al espejo mientras me besas. Te verso como imposible poesía de manera atroz y bella desangrando las olas con los arrecifes mientras el atardecer baja por tus ojos dejando escapar el verde de tu lienzo y escondiéndose en todas las esmeraldas. Y así y aun no puedo dejar de pensarte de verte, imaginarte, sentirte dibujarte, colorearte, derrumbarte, besarte, fascinarte, juntos, solos, vivos, puros. Y aun así sigo siendo tu poeta el que vive en tus notas, guitarras viejas. Copas de ensueño Aun así me siento tu dueño, por que siempre estas en mis sabanas a la madrugada para enloqu...