Irrumpo: Escupo el piso para ver si así nacen algunas flores en esta tierra fértil de mierda. Miro a las nubes y las insulto, intentando alejarlas para que suelten al sol de sus putas cadenas. Meo en los jardines haber si las malezas dejan de infectarnos el aire y se pudren de una vez por todas. Rompo las puntas de los lápices sobre el papel, dejando una estela de caminos escritos en mentiras, fingiendo ser poeta o literato. Y aun así no me siento el mismo. El vino es agrio, el cigarro ya no irradia el mismo humo en mis pulmones. Al parecer estamos ajustándonos a las sombras que dejamos en los callejones y nunca buscamos una puerta que nos conduzca a una canción, un Jam, un blues, o inclusive un bolero. Ya no nos dejamos impresionar por los acordes, las voces afinadas, las buenas historias, pues quizás los filósofos se equivocaron desde los principios: Si es posible bañarse dos veces en el mismo rio. Las historias se repiten una y otra vez, se parafrasean para ...